La aparición de la vida en la Tierra sigue siendo un misterio insondable. Los científicos han formulado muchas teorías al respecto, pero ninguna explica del todo como sucedió. Mientras siguen investigando, algunos miran hacia al espacio, porque creen que la clave se encuentra en el Cosmos.
Los biólogos que investigan el origen de la vida de la Tierra tropiezan con un grave obstáculo: tal y como la conocemos, la vida es el resultado de una evolucion de miles de millones de años. Estudiandola en las condiciones que se presenta ahora no se descubre necesariamente como apareció. Algunas teorías dicen que surgió en unas condiciones excepcionales, desaparecidas hace mucho tiempo, y que los organismos que se fueron adaptando al entorno cambiante no conservan hoy una memoria química de esos orígenes.
Si esas condiciones persistieran,quizá aun podríamos encontrar reductos en los que en este preciso instante el milagro de la génesis estaría llevándose a cabo: formas quimicas muy primitivas que alcanzarian la autorreplicacion para desaparecer de nuevo o, hipoteticamente, emprender una larga evolucion en una dirección distinta a la que siguieron nuestros antepasados. Pero la Tierra no es como hace 3.500 o 4.000 millones de años. Su atmósfera es completamente distinta y los ingredientes quimicos que flotan en los océanos no se parecen gran cosa al escenario en el que se produjo el acto crucial del inicio de la colonizacion de este planeta.
En una fecha tan lejana a nosotros como 1871
Joseph Dalton advirtió ya que es imposible que se cree vida nueva en la actualidad, porque los procesos implicados son coartados por la propia vida existente, que devora de inmediato todos los tipos de materia orgánica generados por cualquier reacción química. En la tierra primitiva, sin organismos listos para realizar esta función depredadora y sin oxigeno asesino en la atmósfera, puede que la vida estuviera creándose continuamente hasta alcanzar el éxito. Hoy solo es posible hacer experimentos sobre ello en una habitáculo carente de oxigeno y totalmente esterilizado.
Por otro lado,no existen ejemplos de vida radicalmente distintos en nuestro mundo y, si los hubo alguna vez, no lograron perpetuarse. La vida tal como la concebimos parece tener un único y simple origen:las moléculas "mágicas" que llamamos ADN y ARN, que están presentes en todos los organismos vivos, como si formasen la base universal de la vida terrestre en cualquiera de sus manifestaciones. No conocemos otras moléculas capaces de hacer lo que estas hacen.
Pero eso no es todo.Si investigamos en las profundidades bioquímicas de la materia viviente, descubrimos que esta se caracteriza por utilizar solo una veintena de aminoacidos, todos ellos levógiros ("de izquierdas"), a pesar de que su forma contraria (dextrogira o "de derechas") es también conocida y podría estar presente en ellos. Un aminoacido levógiro es virtualmente idéntico a un dextrogiro, pero invertido, como si lo viéramos a través de un espejo. Eso le proporciona propiedades quimicas distintas, algo que ha hecho pensar a los investigadores.
Varias simulaciones recientes apuntan a que si aplicáramos la radiación existente en el espacio(por ejemplo, la procedente de una estrella) sobre un grupo de aminoacidos de las dos categorías, las moléculas dextrogiras serian destruidas antes. Así pues, que la vida utilice formas levógiras seria un síntoma de que sus componentes fueron creados y reunidos en pleno espacio exterior y de que son los supervivientes que salieron mejor parados que sus hermanos casi gemelos.
la idea es atractiva por varios motivos:si los ingredientes básicos aparecieron primero en el espacio, la vida podría no ser una característica exclusiva de nuestro planeta. Además, debido a la variedad de estados evolutivos que pueden observarse fuera de nuestro sistema solar, los científicos podrían tener la oportunidad de encontrar lugares con condiciones similares a las de la Tierra primigenia y usarlos como laboratorio para determinar incluso si el resultado de este proceso es siempre el mismo o si deviene en algo distinto en cada útero cósmico.
La astrología, una ciencia nueva pero en alza,tiene como objetivo desvelar estas incógnitas. Mientras biólogos y bioquímicos siguen trabajando en torno a las reacciones quimicas que pudieron hacer que un grupo de moléculas se fusionara entre si para formar otra que podía autorreplicarse en un caldo primigenio capaz de permitir su evolucion, los astroquimicos miran hacia el espacio en busca de las señales que permitan identificar moléculas básicas(biogenicas) interesantes.
Y lo cierto es que las han encontrado. Los astrónomos llevan décadas analizando los espectros de luz procedente de las estrellas y han detectado en ellos señales de la presencia de innumerables moléculas. Algunas son atomos simples que conforman los astros, como el hidrógeno, el helio o el carbono. Pero también han hallado moléculas progresivamente mas complejas,algunas de las cuales constituyen claros "ladrillos" para construir vida.
Las estrellas son hornos nucleares que generan subproductos progresivamente mas pesados. En su origen, una nebulosa de hidrógeno se comprimio sobre si misma por efecto de la creciente gravedad. La acumulacion de una masa tan inmensa provoco una elevacion de la presión y la temperatura de sus núcleos que acabo generando reacciones nucleares de fusión del hidrógeno. Esa fusión ocasiono la creación de otros elementos, como los citados helio y carbono,que se dispersaron por el espacio cuando,al morir, la estrella estallo. Este proceso que se conoce como supernova, se sigue produciendo hoy al final del ciclo vital de las estrellas. Además, durante la vida activa de estas, su radiación puede generar mas reacciones quimicas en las moléculas del espacio interestelar. Poco a poco se van formando moléculas sencillas que contienen carbono y hidrógeno.
Pero, por si esto fuera poco,una supernova puede provocar reacciones aun mas potentes y la aparición de moléculas cada vez mas evolucionadas, en las que se mezclaran los subproductos estelares. Los investigadores contemporáneos han hallado moléculas orgánicas tan complejas como el metano,la acetona,el benceno, el ácido acético o el formaldehido. Se encuentran flotando en nebulosas estelares, unidas a granos de polvo y en partículas de hielo. Son conocidas como "nubes moleculares gigantes" debido a su tamaño, que puede alcanzar facilmente un año luz de diámetro.Su presión,su densidad y su temperatura son muy bajas, comparadas con las existentes en la Tierra hoy. Por eso son tan relevantes, porque nos dan pistas sobre como pudieron llevarse a cabo las primeras reacciones bioquímicas y como fueron avanzando hacia la obtención de moléculas mas y mas complejas y, a partir de ellas, de los primeros aminoacidos. Una de las regiones en las que han sido detectadas es Sagitario B2, situada a 30.000 años luz de distancia de nuestro planeta en dirección al centro galáctico.
En algunos casos la densidad de las nebulosas aumenta hasta convertirlas en hermosas estrellas con sus cohortes de planetas. La mayoría serán gaseosos y gigantes, pero algunos serán mas pequeños y rocosos, como la Tierra. Si su posición respecto a su sol es la adecuada, podría haber agua liquida en su superficie, procedente seguramente del impacto de múltiples cometas. Y precisamente los cometas ocupan el centro de atención de los astrobiologos, porque en el material del que están compuestos aparece un gran numero de moléculas orgánicas. Es una señal de que se formaron alrededor de su estrella a partir de un disco de materia que se fue haciendo progresivamente mas denso. Pero lo hicieron a distancia considerable de ella, lo que permitio que sobrevivieran y que fueran acumulando un numero cada vez mayor de moléculas orgánicas.
Si poco después de que se formara no existían en la Tierra las moléculas orgánicas básicas para que surgiera la vida, quizá llegaron mas tarde a bordo de estos cometas, que ,además, trajeron el agua necesaria para que tuvieran lugar los futuros procesos biologicos. Algunos meteoritos examinados contienen material orgánico que confirma que este se hallaba en el espacio incluso antes de la formacion de nuestro sistema solar. Por ejemplo, el meteorito
Murchison guarda hasta 92 tipos diferentes de aminoacidos en su interior.
En cualquier caso, es de suponer que los ingredientes necesarios para la aparición de la vida estaban presentes en la superficie de la Tierra desde los primeros momentos de su historia. Pero, de la misma manera que es poco probable que esos mismos ingredientes puedan dar lugar a la vida en mitad del espacio, a causa de las condiciones ambientales tan agresivas que hay en este, también en la Tierra tuvieron que pasar muchos años antes de que su superficie fuera apta para el próximo gran paso: la combinacion de moléculas y reacciones quimicas orgánicas en un entorno lo suficientemente estable.
No sabemos cunado ocurrió eso, pero probablemente fue unas decenas de millones de años después de la formacion de nuestro planeta, cuando su superficie empezó a solidificarse y a ofrecer nichos particulares para la experimentación bioquímica. Tanto si los elementos fundamentales llegaron desde el espacio a bordo de cometas como si se formaron en la Tierra a partir de la misma materia prima que dio lugar a esta, estamos ante un proceso teóricamente universal, es decir, que podría haber ocurrido en otros lugares del Cosmos.
Pero también es posible que nuestro mundo contribuyera de forma única, mediante erupciones volcánicas, por ejemplo, a la creación de la sopa primigenia. El aparato eléctrico que dominaba la atmósfera primitiva podría haber influido asimismo en la aparición de ciertas moléculas autorreplicantes. Algunos investigadores creen que otro importante paso para la vida, la creación de una envoltura protectora (la membrana o pared celular), que dio origen a la célula, guarda relación con las burbujas de espuma del mar mezcladas con una materia aceitosa que impidió que se deshicieran.
Quizá la base de la vida fue una mezcla de ingredientes cocinados en el medio interestelar y de moléculas presentes en la propia Tierra. Lo que parece evidente es que nuestro mundo ha resultado ser una cuna perfecta. Y no solo porque en el se encuentra vida por todas partes, sino porque es probable que esta se haya extinguido en una o varias ocasiones y haya acabado resurgiendo siempre.
La vida pudo ser destruida por las catástrofes en numerosas ocasiones y reaparecer tras cada una de ellas de una forma completamente diferente a la anterior. A la vida le cuesta morir. La hemos encontrado incluso a muchos kilómetros por debajo de la superficie terrestre, en reactores nucleares o en fuentes termales a elevadisimas temperaturas en los organismos extremofilos. Ello sugiere que los organismos primigenios fueron capaces de evolucionar en condiciones mucho peores que las actuales. Es posible que lo lograran gracias a su herencia, ya que su base bioquímica, nacida en el inhóspito espacio interestelar, había tenido que soportar circunstancias similares mucho tiempo antes.
Las hipótesis mas aceptadas sostienen que la vida surgió en la Tierra hace al menos 3.500 millones de años, menos de 650 millones después de la formacion de nuestro planeta, aunque necesito mucho tiempo para alcanzar su estado actual. Los seres pluricelulares no aparecieron, por ejemplo, hasta hace 560 millones de años (aunque se ha hablado de una especie de gusanos que existió hace 1.000 millones de años).
Este proceso podría ser mas largo o mas corto en otros mundos, pero el dato sugiere que para encontrar vida, por muy primitiva que sea, deberíamos buscar estrellas y planetas no mucho mas jóvenes que nuestro Sol y acompañantes. Mas allá de esto, si tenemos presente que incluso la vida terrestre partió de ingredientes ya existentes en el espacio interestelar, y que estos fueron el producto de millones de años de evolucion estelar, de sucesivas generaciones de estrellas naciendo y muriendo, llegaremos a la conclusión de que es poco probable que la vida surgiese en la fase inicial de la evolucion del Universo. Este tuvo que "madurar" quimicamente lo suficiente para convertirse en el escenario apropiado.
Se cree que toda la vida terrestre procede de un primer ancestro, cuyas características principales eran ser capaz de vivir sin oxigeno, resistir las altas temperaturas y los ambientes salinos y obtener su energía y el carbono necesario para su metabolismo a partir de fuentes inorgánicas. Algunos organismos con estas propiedades viven hoy en zonas como las chimeneas submarinas hidrotermales o a gran profundidad bajo tierra, lugares cuyas características se asemejan mucho a las de la Tierra primitiva.
Lo mas interesante es que no necesitan para nada el oxigeno o la luz del Sol, lo que indica que la vida puede haber surgido en otras partes del Universo a pesar de la precariedad de las condiciones.