La vida en el Universo puede ser un fenómeno mucho mas extendido de lo que piensan los mas optimistas si se confirma una nueva teoría de Thomas Dehel un ingeniero que trabaja en la Administración Federal de la Aviación de Estados Unidos.
Dehel ha propuesto que la acción de los campos eléctricos de la Tierra sobre bacterias que estén cargadas eléctricamente podría lanzarlas mas allá del campo gravitatorio de nuestro planeta. El mismo fenómeno físico que provoca las auroras boreales es, según Dehel, el propulsor de los microorganismos.
Se trata de un proceso paulatino pero incesante. De acuerdo con su hipótesis, las bacterias van ascendiendo y se reproducen en la alta atmósfera, con lo que tienen tiempo de adaptarse a las duras condiciones ambientales, a la radiación ultravioleta y a la ausencia de atmósfera.
Algunos investigadores habían propuesto que el impacto de un gran asteroide puede lanzar al espacio a los microorganismos terrestres, que pueden alcanzar así otros planetas. Sin embargo, mientras estos choques son poco frecuentes, la propulsión eléctrica es continua.
Mediante la propulsión eléctrica los microbios terrestres pueden haber llegado a todos los planetas y satélites de nuestro sistema solar y prosperado en los lugares en los que las condiciones ambientales sean las adecuadas, como Marte. El proceso puede ser similar en otros planetas, por lo que hipotéticos microbios de Marte también pueden llegar a la Tierra.
Dehel considera que diversos fenómenos físicos pueden acelerar la velocidad de los microbios hasta sacarlos de nuestro sistema solar: "Potencialmente un solo planeta en el que apareciesen los seres vivos podría sembrar de vida toda la galaxia".
Mas allá de nuestro sistema solar la vida es posible y, es que uno de cada tres sistemas planetarios descubiertos hasta la fecha puede contener planetas gigantes de características similares a la Tierra, es decir, adecuadas para que la vida florezca en ellos, según un estudio de las universidades de Colorado y Pennsylvania. Se trata de planetas conocidos como "Júpiter calientes", pero pueden contener grandes cantidades de agua.
Dehel ha propuesto que la acción de los campos eléctricos de la Tierra sobre bacterias que estén cargadas eléctricamente podría lanzarlas mas allá del campo gravitatorio de nuestro planeta. El mismo fenómeno físico que provoca las auroras boreales es, según Dehel, el propulsor de los microorganismos.
Se trata de un proceso paulatino pero incesante. De acuerdo con su hipótesis, las bacterias van ascendiendo y se reproducen en la alta atmósfera, con lo que tienen tiempo de adaptarse a las duras condiciones ambientales, a la radiación ultravioleta y a la ausencia de atmósfera.
Algunos investigadores habían propuesto que el impacto de un gran asteroide puede lanzar al espacio a los microorganismos terrestres, que pueden alcanzar así otros planetas. Sin embargo, mientras estos choques son poco frecuentes, la propulsión eléctrica es continua.
Mediante la propulsión eléctrica los microbios terrestres pueden haber llegado a todos los planetas y satélites de nuestro sistema solar y prosperado en los lugares en los que las condiciones ambientales sean las adecuadas, como Marte. El proceso puede ser similar en otros planetas, por lo que hipotéticos microbios de Marte también pueden llegar a la Tierra.
Dehel considera que diversos fenómenos físicos pueden acelerar la velocidad de los microbios hasta sacarlos de nuestro sistema solar: "Potencialmente un solo planeta en el que apareciesen los seres vivos podría sembrar de vida toda la galaxia".
Mas allá de nuestro sistema solar la vida es posible y, es que uno de cada tres sistemas planetarios descubiertos hasta la fecha puede contener planetas gigantes de características similares a la Tierra, es decir, adecuadas para que la vida florezca en ellos, según un estudio de las universidades de Colorado y Pennsylvania. Se trata de planetas conocidos como "Júpiter calientes", pero pueden contener grandes cantidades de agua.

No hay comentarios:
Publicar un comentario