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Aunque la hoja de olivo se ha utilizado desde tiempos remotos en medicina herbal, sus principios activos no fueron aislados hasta 1908. Ese año P.Bourquelot y J.Ventilesco consiguieron separar de estas hojas el glucósido amargo -la oleuropeina- en la proporcion de 0,75%.
En 1933, H. S. Tranter y S. C. Tassou del PHLS Centre for Applied Microbiology and Research, comprobaron que la oleuropeina resulta efectiva en la destrucción de la enterotoxina B. También descubrieron que otro compuesto de estas hojas -el ácido elenolico- es un potente antiviral y antibacteriano, ya que, cuando fue probado in vitro, inhibía el crecimiento del staphylococcus aureus. El efecto antibacteriano se obtenía con tan solo una concentración del 0,6%.
Asimismo, los estudios efectuados en 1994 por los doctores F. Visioli y C. Galli, del Instituto de Estudios Farmacologicos de la Universidad de Milán, sobre los derivados de la hoja de olivo pusieron de relieve su potente efecto antioxidante. Un año después, un estudio de la misma universidad confirmo una vez mas su utilidad para prevenir problemas de corazón.
Desde entonces se han realizado numerosas investigaciones con extracto de hojas de olivo para comprobar su eficacia en la normalizacion de la presión arterial, con resultados positivos. Baste destacar las pruebas efectuadas por R. de A. Ribeiro y M. M. R. Fiuza, publicadas en el Journal of Ethnopharmacology, o las de A. Zarzuelo y J. Duarte, del departamento de Farmacologia de la Universidad de Granada.
Aunque la mayor parte de la investigación sobre la hoja de olivo se han llevado a cabo en animales o en laboratorio, existen cada vez mas testimonios que confirman los descubrimientos anteriormente detallados. Así, por ejemplo, el doctor Bernard Friedlander, de San Mateo (California), utilizo este extracto como tratamiento preventivo en mujeres expuestas al herpes genital y también para eliminar todo tipo de infecciones, incluyendo hongos, bacterias, virus y parásitos.
Por otro lado, Donald Gay, de Toronto, lo aplica con éxito en casos de fatiga crónica y en pacientes con el sistema inmunitario debilitado a causa del estres. Incluso le ha sido útil para curarse una sinusitis que padecía desde hacia diez años. Así y todo, es preciso señalar que se han registrado casos de personas que tras ingerir el extracto han experimentado el denominado síndrome de Herxheimer. Se trata de una reacción que se produce debido a la desintoxicación que se opera en el organismo cuando se toman grandes cantidades de este extracto.
Los riñones, los intestinos y el hígado, así como la piel, comienzan a eliminar las toxinas acumuladas y se presentan los siguientes síntomas: diarrea, fatiga, congestión nasal, migraña, dolores musculares y articulares. Esta reacción se contrarrestra tomando mucho liquido (tres o cuatro vasos de agua con el extracto) y reduciendo a la mitad la cantidad de producto ingerida. Las molestias normalmente desaparecen en un par de días, el tiempo que el cuerpo tarda en eliminar las toxinas.
En cualquier caso, los estudios realizados han demostrado que el preparado no presenta toxicidad y que es seguro incluso en cantidades superiores a la dosis diaria recomendada (500mg), pese a esto se recomienda que las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia no lo tomen, ni tampoco las personas que siguen un tratamiento con antibióticos. Además de su empleo para uso interno, el extracto de hoja de olivo se utiliza también para el cuidado de la piel porque combate los radicales libres y es un magnifico cicatrizante.
El extracto de hoja de olivo es fácil de preparar. Se hierven 30 gramos de hojas de olivo en un litro de agua, hasta que quede reducida a medio litro (se tarda un cuarto de hora aproximadamente). Este remedio debe tomarse caliente y edulcorado poco antes de acostarse durante dos semanas y descansar otra. Se puede ingerir el tiempo que haga falta. Se recomiendan las hojas del acebuche porque contiene mas principios activos que las del olivo cultivado. En la actualidad existe un extracto comercializado que resulta mas cómodo, pero no conviene olvidarse del remedio tradicional.
El extracto de hojas de olivo posee numerosos efectos terapéuticos, ya que funciona como un potente antibiótico contra virus, bacterias, hongos y levaduras. Se emplea interna o externamente para:
-Bajar la presión arterial.
-Mejorar la circulacion.
-Aliviar molestias musculares.
-Luchar contra los radicales libres.
-Cicatrizar quemaduras solares y heridas.
-Desintoxicar el organismo.
-Potenciar el sistema inmune.
-Mitigar el síndrome de fatiga crónica.
-Aliviar la gripe y los resfriados.
-Combatir las distintas variedades de herpes, asi como las infecciones por hongos, virales y bacterianas, como por ejemplo: miocarditis, encefalitis, poliomelitis, meningitis, hepatitis A y B, bronquitis y pie de atleta.
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