martes, 23 de octubre de 2012

La Formula de Dios

¿Puede expresarse la idea de Dios mediante una formula matemática? Muchos se llevaran las manos a la cabeza, pero en el intento de encontrar lazos de unión entre la ciencia y la religión destaca el trabajo desarrollado por Frank J. Tipler.

Este científico no es un visionario cualquiera, sino un reputado profesor de física matemática de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, Estados Unidos, y esta reconocido como una de las autoridades mundiales en cosmología y en teoría de la relatividad general global.

Tipler ha demostrado en un brillante libro titulado La física de la inmortalidad (Alianza Editorial, 1996) no solo que Dios existe, sino también todas las esperanzas importantes de las grandes religiones, como la resurrección de la carne, la realidad del Paraíso y la vida eterna, pero no mediante hábiles argucias retoricas o filosóficas, sino con mecanismos físicos y matemáticos.

La teoría de Tipler se denomina "Punto Omega", termino que ha tomado prestado del jesuita y filosofo Teilhard de Chardin, a quien sus superiores censuraron y exiliaron a China por sus ideas, lo que implico que gran parte de su obra no fuese conocida, hasta después de su muerte. El padre Teilhard, en su libro El fenómeno humano, consideraba que el hombre se encuentra en el umbral de un cambio de conciencia similar al que los seres humanos debieron experimentar como entes primitivos cuando empezaron a pensar por primera vez.

Según Teilhard, la evolución no finaliza con el ser humano, de la misma manera que la vida ha formado sobre el planeta lo que llamamos biosfera, la vida pensante (es decir, los humanos) ha construido la noosfera, que aumenta su cohesión a medida que se desarrollan la ciencia y la civilizacion humanas. Al final, en un futuro lejano, la noosfera dará lugar a un ser omnisciente denominado el "Punto Omega": "El final del mundo: la destronización del equilibrio, separándose de la mente, por fin completa, de su soporte material, para que a partir de entonces repose plenamente en Dios-Omega".

Por su parte, la teoría científica del "Punto Omega" que propone Tipler es descrita por el como la demostración de la "existencia de Dios omnipotente, omnisciente y omnipresente, el cual en un futuro lejano nos resucitara a todos para que vivamos eternamente en un lugar que, básicamente, coincide en lo fundamental con el cielo judeo-cristiano".

Los argumentos que utiliza Tipler nada tienen que ver con revelaciones religiosas, sino con herramientas de la física contemporánea, algo de lo que el propio científico se extraña: "Jamas en mis sueños mas descabellados pude imaginar que llegaría el día en que escribiría un libro para mostrar que las afirmaciones básicas de la teología judeo-cristiana son verdaderas, pues se deducen sin trabas de las leyes físicas tal y como las conocemos actualmente".

Para que el "Punto Omega", o sea Dios sea posible, Tipler parte de la premisa de que el Universo sea cerrado lo que quiere decir que el espacio-tiempo este curvado por grandes cantidades de materia oscura. En este supuesto, el Universo dejara algún día de expandirse y se colapsara, aunque en algunos casos, matematicamente factibles (los conocidos como Universo de Friedman), se llega a un tipo especial de crisis conocida como "Punto Omega", en que lo temporal se convierte en eterno y donde converge toda la información sobre la historia del Universo. "Todos los rayos luminosos -afirma Tipler- de quienes murieron hace mil años, de cuantos viven ahora y de cuantos vivirán dentro de mil años, se cruzaran allí. Toda la información que puede extraerse de esos rayos sera extraída en el instante del 'Punto Omega', el cual, a su vez, experimentara simultaneamente la totalidad del tiempo, de la misma manera que nosotros experimentamos simultaneamente a la Galaxia Andrómeda y a una persona que esta en la misma habitación que nosotros".

El Dios que propone Tipler se encuentra en el futuro. ¿Por que no? Al Universo le quedan al menos cien mil millones de años de existencia, lo cual nos muestra que la casi totalidad del espacio-tiempo se encuentra en el porvenir. Es lógico pensar que allí puede estar ocurriendo cualquier cosa, y lo digo en presente porque según toda la física, desde Newton a la moderna teoría de las supercuerdas, no se puede distinguir entre pasado, presente y futuro. El futuro es tan real como el presente, o dicho de otra manera, lo que ocurra en el futuro también sucede ahora. Además, en una interpretación literal de las Sagradas Escrituras, los antiguos hebreos hablaban de un Dios futuro y Cristo hablaba de un reino que vendrá. Como señala el teólogo alemán Wolfhart Pannenberg: "Jesús anuncio el Reino de Dios como una realidad al futuro. Este sera el reino del porvenir. En un sentido restringido pero importante, Dios no existe todavía. Puesto que su reinado y su existencia no pueden separarse el uno de la otra, el ser Dios aun se halla en el proceso de llegar a ser".

Según la traducción real de la Biblia, cuando Dios habla a Moisés le dice: "Yo Seré el que Seré...El que Sera me ha enviado a vosotros", y no, como se ha divulgado, "Yo Soy el que Soy" (Éxodo 3:14).Muchos teólogos y exegetas bíblicos -como Ernst Bloch o Hans Kung- están de acuerdo con esa traducción y consideran que el Dios de Moisés es un "Dios Final y Omega", un Dios que existe principalmente al final de los tiempos. ¿Pero se podrá mantener la vida hasta el fin de los tiempos? Tipler es firme partidario de la vida eterna, basándose en el postulado físico de que la muerte absoluta no es inevitable y de que el Universo es capaz de sostener la vida para siempre. Con sus operaciones matemáticas demuestra que en realidad el Universo puede mantener la vida durante al menos otro trillón de años. En concreto, y para sobrevivir, la vida no solo debe establecerse fuera de los limites terrestres, sino que debe englobar todo el Universo.

Desde luego, la vida inteligente no sobrevivira tal como la conocemos. Tipler considera que para que pueda sobrevivir una forma de vida inteligente, deberá usar el caos que existe en las leyes físicas para obligar a que la evolución del Universo derive hacia un futuro muy concreto, escogido entre un futuro limitado de posibles futuros. Para realizar cálculos a tan gran escala, Tipler ha trasladado los conceptos biológicos fundamentales a un formalismo físico. En ese contexto un ser humano no seria mas que un modelo mejorado de maquina, el cerebro se asemejaria a un sofisticado sistema de proceso de datos, y el alma seria un programa que funciona sobre un ordenador que llamamos cerebro. Así que cuando morimos, estamos realmente muertos, pero nuestro programa (alma) no se pierde. A muchos les puede chocar estas ideas, pero para los modernos científicos, especialmente los neodarwinistas, la vida no es otra cosa sino información que pervive gracias a la selección natural. Con esta definición hasta los automoviles serian seres vivos. Y lo mismo sucede con las ideas, como ha puesto de manifiesto el biólogo Richard Dawkins cuando habla de memes, "ideas que deberían ser consideradas como estructuras vivas, no solo de manera figurada, sino desde un punto de vista técnico". Los memes serian a las ideas lo que los genes son a los seres vivos y se comportarían de la misma manera ante las leyes de la selección natural.

Según Tipler, en los próximos siglos no necesitaremos del cuerpo actual, es decir, podremos desprendernos de los genes para centrarnos en los memes, de tal forma que pronto seremos capaces de transferir nuestras pautas mentales a los ordenadores. Estos serán las únicas formas de vida o similares que persistan hasta el advenimiento del "Punto Omega", el cual resucitara a cada uno de nosotros con un cuerpo nuevo y trascendente. Tipler afirma que mediante la simulación virtual de "todas y cada una de las personas fallecidas, junto con los mundos donde vivieron" el "Punto Omega" podrá resucitar a todos los seres humanos y darles la vida eterna. Y a lo largo de varios capítulos termina por demostrar que "nuestras personas y nuestras simulaciones por ordenador son lo mismo".

La simulación de las personas que han vivido en el pasado no tiene porque limitarse a repetir el pasado. "Una vez que la simulación de una persona y su mundo se ha formado en un ordenador de suficiente capacidad -dice Tipler- puede permitirse a la persona simulada que se desarrolle mas, que piense y sienta cosas que la persona original muerta hace mucho tiempo y que esta siendo simulada nunca sintió ni pensó. Ni siquiera es necesario repetir nada del pasado".Además el "Punto Omega" puede iniciar la simulación en cualquier momento, en el mejor -o peor- instante de la vida, o con un cuerpo mejorado, sin sufrimientos y en el entorno que mejor le parezca: "Las leyes del mundo simulado podrían modificarse para prevenir una segunda muerte física. Recorriendo a la terminologia de San Pablo, podemos llamar al cuerpo simulado, mejorado e inmortal, un 'cuerpo espiritual', pues sera de la misma sustancia que es ahora la mente humana".

El cuerpo espiritual seria, un cuerpo como el que ahora poseemos (o mejorado), pero en un nivel mas elevado de ejecución. Las palabras de San Pablo coinciden por completo con la visión científica de Tipler. "Así también la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción, se siembra vileza, resucita gloria, se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual" (Corintios I, 15, 42-44). En cualquier caso, la persona simulada se vera a si misma como real, con un cuerpo solido, aunque no exista ni carne ni sangre.

¿Por que nos tiene que resucitar el "Punto Omega"? Para explicarlo, Tipler usa un razonamiento que se fundamenta en el mecanismo de pervivencia de cualquier forma de vida en el futuro lejano, basándose en argumentos como la teoría de juegos aplicada a la evolución biológica y la microeconomia. Pero lo mas sorprendente es que "en el fondo este razonamiento se reduce a la demostración de que se nos concederá la vida eterna probablemente porque ¡el Punto Omega nos ama!", llegando así a la misma conclusión que las religiones judeo-cristiana e islámica: nos resucitara el amor desinteresado de Dios. Ese amor de Dios nos permitirá tener la mejor vida posible de resucitado. Una vida que, en palabras de Tipler, seria "un constante explayarse del ser, una exploración de la realidad inagotable que constituye el Punto Omega".

El físico describe como serian posibles el cielo y el purgatorio en un lejano futuro, aunque duda de que el infierno exista en algún momento. Entronca así con todas las grandes religiones del mundo: el taoísmo antiguo, el hinduismo, el judaísmo, el cristianismo y el islam. "Todas estas religiones han considerado que la vida ultraterrena trae consigo la resurrección de alguna forma corpórea, por lo que en lineas generales son compatibles con el modelo de la resurrección propuesto por la teoría del Punto Omega".

¿Como han reaccionado el resto de los científicos ante esta propuesta? Para el escéptico Martin Gardner, "Punto Omega" es "una extravagancia generada por demasiadas lecturas de ciencia-ficción". Por su parte, el escritor de ciencia-ficción Poul Anderson respeta la solidez de la teoría, aunque la califica de "travesura muy fuerte" a la espera de que la ciencia establezca su falsedad o su verdad. En cualquier caso, Tipler nos ha dotado de un discurso teológico diferente al habitual: el lenguaje de las matemáticas.


1 comentario:

  1. En el "The Fabric of reality" el último capítulo titulado Los Extremos del Universo, el físico ateo y pionero en computación cuàntica David Deutsch defiende la teoría Punto Omega de Tipler aunque es crítico con la teología de Tipler, la civilización Omegon es de hecho "Omnisciente, omnipotente y omnipresente", Anders Sandberg y Victor J. Stenger apoyan el Punto Omega. Yo no tengo más esperanza, o es esto o el ateísmo nihilista.

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