Esta técnica se aprovecha de los avances en nanotecnologia y en plasmonica superficial, y ha sido empleada por un equipo estadounidense de la Universidad de Brown para crear mediante grabado miles de interferometros plasmonicos en un biochip del tamaño de una uña que mide la concentración de glucosa presentes en una muestra de agua.
Los resultados indican que este biochip puede detectar niveles de glucosa similares a los presentes en la saliva humana, que tiene una concentración 100 veces inferior a la de la sangre.
La verdad es que últimamente está en auge el tener equipos médicos en casa para estas cosas. El problema es que tienen que utilizarse como un complemento, puesto que sin la formación adecuada pueden llevarnos a un error de diagnóstico, por lo que lo ideal es acudir al médico periódicamente.
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