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Después de estudiar la acción toxica del oxigeno puro que deben respirar bajo el agua, se ha encontrado una relación entre el aumento de los radicales libres y el mecanismo que controla la apoptosis. "Hemos comprobado que el exceso de oxigeno provoca la muerte celular programada. Si somos capaces de comprender por completo el proceso, podremos llegar a controlar la muerte de las células y retardar el envejecimiento", señala María José Alcaraz, bióloga de la Universidad de Murcia y autora de la investigación.
El estudio tenia como objetivo determinar los efectos tóxicos del oxigeno puro que deben respirar los buceadores de combate cuando están realizando una misión con el fin de no ser detectados a través de las burbujas. Después de analizar los resultados con los buceadores y de compararlos con experimentos similares en ratas y con cultivos celulares, se vio que el exceso de oxigeno actúa como si se acelerase el reloj biológico que indica a la célula cuando es el momento de morir.
Esta investigación deja abierta la puerta a nuevos estudios que permitan intervenir en ese reloj interno, de forma que se pueda prolongar la vida y la juventud. "Hemos encontrado que la hiperoxia es uno de los caminos que nos permite investigar las razones de la muerte programada de la célula", explica la investigadora, que ahora espera continuar profundizando en el funcionamiento de los mecanismos genéricos y moleculares de la célula que están involucrados en este proceso. "El objetivo sera determinar cuales son las dianas celulares en las que actúan los radicales libres para activar o no el programa de muerte celular, y de esa forma controlar el ritmo de envejecimiento celular", añade.
Este trabajo podría hacer realidad el sueño de controlar, al menos en buena parte, el proceso de envejecimiento.
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