domingo, 1 de septiembre de 2013

La Luna ¿Un Satelite Artificial?

La Luna es 400 veces menor que el Sol. Y esta 400 veces mas cerca de la Tierra que del Sol. A esta coincidencia numérica debemos los eclipses totales del astro rey. Fenómeno perceptible solo desde nuestro planeta. Y posible al ubicarse Tierra, Luna y Sol en una perfecta alineación definida por Isaac Asimov como "una de las mas improbables coincidencias imaginables".

La Luna, además, emula al Sol. Cuando este ocupa su posición mas baja y débil -solsticio de invierno-, ella esta en su posición mas alta y brillante. Y, mediado el verano, ocurre lo contrario. Mientras que en los equinoccios, ambos cuerpos celestes desaparecen en el mismo punto del horizonte. Ningún otro planeta del sistema solar tiene un satélite semejante. ¿Obedece este complejo y exclusivo engranaje celeste únicamente al azar? ¿O existe alguna razón para estas coincidencias? Acostumbrados a asombrarnos con los prodigios del universo podríamos aceptar que la danza lunar es producto de los caprichos del cosmos. Pero ocurre que la ciencia no ha podido explicar el origen de nuestro satélite. Algo que unido a nuestra presencia, dispara las hipótesis sobre la posibilidad de que no todo sea tan casual por este lado de la galaxia.

Entre las teorías que tratan de explicar algunas de las "rarezas lunares" ha causado sensación la propuesta por los investigadores Christopher Knight y Alan Butler en La ciencia antigua y el misterio de la Luna (Ed. Zenith). El argumento de la obra basado, entre otras cosas, en los sistemas de medición prehistóricos, concluye que la Luna no es un satélite natural. Al contrario, bien podría ser una especie de "mensaje en una botella" que una civilizacion, mucho mas evolucionada que la nuestra, deposito hace cuatro mil millones de años  para sembrar vida en la Tierra.

Muestras de minerales lunares obtenidas de los 382 kilos de rocas que las misiones Apolo han traído, permiten determinar con certeza que la Luna tiene 4.527 millones de años. Es por tanto solo un poco mas joven que la Tierra, formada hace 4.650 millones de años. También se sabe que nada mas llegar al sistema solar fue bombardeada por un sinfín de cuerpos celestes. Pero ¿como se origino? Existen básicamente cuatro teorías al respecto, todas ellas imperfectas.

La "fisión" propuesta en 1878 por el astrónomo George Darwin, hijo del gran teórico del evolucionismo, supone que procede de un enorme fragmento del manto terrestre, correspondiente al Océano Pacifico, despedido a causa de un fuerte aceleración rotatoria planetaria. La objeción mas común a esta hipótesis es que, para tal suceso, la rotación terrestre debería haber sido tal que la Tierra tendría que haber estado girando sobre si misma en tres horas, una velocidad que habría impedido incluso su propia formación.

Otra teoría es la de crecimiento, según la cual Luna y Tierra se formaron al mismo tiempo a partir de la Nebulosa Solar. A favor esta la datación radioactiva de las rocas lunares. Pero entonces ¿por que su composición química y densidad es tan diferente a la terrestre? En el núcleo de la Tierra abunda hierro, y en el de la Luna es casi inexistente. Y por otra parte el suelo selenita es rico en titanio pero escasea en la corteza terrestre.

La teoría de la "captura" sostiene que nuestro satélite era un astro independiente que, al pasar cerca de la Tierra, fue atrapado en su órbita. Pero deja sin respuesta como sucedió la importante desaceleración que tuvo que sufrir para no escapar a nuestro campo gravitatorio.

Por ultimo, la teoría del "impacto", mezcla de las tres anteriores y la mas aceptada por los científicos ya que la información de las rocas lunares la apoya. Propuesta por el científico planetario William K. Hartmann, sostiene que la Tierra colisiono con un gran objeto, tan grande como Marte o mas, y que la Luna se formo a partir del material eyectado. Sin embargo ha sido  rebatida por Robin Canup, científica del Boulder, Colorado, y autora de una tesis según la cual el "impacto" habría originado varias "lunas" y no solo una. Y que, además, no explica como es posible que una colisión capaz de generar tal satélite no desintegrase la Tierra. O que la corteza lunar, supuestamente creada con material de la superficie terrestre, no contenga la misma cantidad de hierro que la de nuestro planeta.

Las expediciones lunares, iniciadas en 1958 con el primer Pioneer y coronadas con los paseos de las misiones Apolo -el primero tuvo lugar el 20 de julio de 1969, y fue seguido hasta diciembre de 1972 por otros cinco alunizajes-, pusieron de manifiesto el desigual campo gravitatorio de nuestro satélite. Bajo algunas zonas de su superficie existen concentraciones de masa -llamados mascones- de densidad muy superior a la que cabria esperar. Dichas concentraciones dificultan a las naves espaciales órbitar la Luna de cerca sin realizar continuos ajustes para compensar las variaciones en la fuerza de la gravedad. Es muy posible que estos mascones, descubiertos por el Lunar Orbiter 1 en 1966, ocasionaron los problemas que tuvieron para alunizar las primeras sondas.

Otra singularidad es el sonido "semejante a una campana" -según dijeron los científicos de la NASA-, que se oyó cuando el cohete de despegue Saturno V fue lanzado contra la superficie lunar, durante la misión del Apolo XIII. Ese quejido sideral fue acompañado de unas señales sismicas cuyas reverberaciones se prolongaron durante tres horas y veinte minutos, alcanzando los 40 kilómetros de profundidad. La conclusión de los expertos fue que la Luna tiene un núcleo insolitamente ligero o carece por completo de el. Este efecto campana hizo que se recuperara una teoría especulativa divulgada en 1962 por Gordon McDonald, un científico de la NASA, según el cual, el análisis de los movimientos lunares indicaba que nuestro satélite era hueco. Posibilidad inquietante porque, tal y como Carl Sagan explico, "se entiende perfectamente que un satélite natural no puede ser un objeto hueco". Mas recientemente, datos provenientes del magnetómetro de la sonda Lunar Prospector han confirmado que nuestro satélite tiene un núcleo metálico de unos 680 km de diámetro. Cifra irrisoria si pensamos que el núcleo terrestre, con un radio de 3.485 km, emula en tamaño al planeta Marte.

En resumen, este conjunto de "rarezas lunares" son para Knight y Butler un claro indicio de que la Luna puede ser un objeto artificial. Una posibilidad que, según ellos, se refuerza con el hecho de que la Luna encaja, con mas que sospechosa precisión, en la medida de longitud prehistórica conocida como "yarda megalítica". Descubierta por el astrónomo e ingeniero Alexander Thom en 1955, esta unidad (de unos 2,72 pies o 0,829 metros) habría sido utilizada por los constructores prehistóricos en toda Europa occidental. Y era en realidad el radio de los círculos megalíticos, divididos en 366 grados, y no en los 360 actuales. En opinión de Thom, dichas construcciones, abundantes en toda Europa occidental, describirían, entre otras cosas, la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Su teoría ha sido denostada por algunos, pues no es aplicable a todos los monumentos prehistóricos. Pero, curiosamente, al aplicar los principios de la geometría megalítica a todos los planetas y lunas del sistema solar se descubre que, solo en el Sol y la Luna se producen resultados con números enteros, como si estos edificios hubieran tenido como objeto exclusivo la medición de ambos astros.

Por otro lado, en un pasado remoto, cuando la Luna estaba mas cerca de nuestro planeta, y ejercía su campo gravitatorio con mas intensidad, el fenómeno de las mareas -en el que también influye el Sol aunque en menor grado- contribuyo a desacelerar la rotación de la Tierra sobre su eje, una disminución de velocidad necesaria para afianzar la vida en el planeta. Además, sin la Luna el día terrestre duraría solo ocho horas y la altura de las mareas, producidas solo por el Sol, seria menos de un tercio de lo que es ahora. Habría lluvia, pero al ser las mareas menores también lo seria la erosión y por tanto serian igualmente mas reducidos los cambios de temperatura y salinidad, así como el numero de minerales que fueron a parar a los océanos e hicieron posible la multiplicación de las cadenas de ADN y la evolución de las especies. Así es que sin la Luna la vida, en caso de haber surgido, habría necesitado un tiempo mucho mayor para emerger.

Otras de las peculiaridades presentes en el satélite parecen apoyar la tesis de que la Luna podría ser un astro de origen artificial: todos sus "mares" se concentran en la cara visible sin aparente razón geofísica y, además, su centro de gravedad esta desplazado, algo que resulta inusual en un satélite natural. Tomar conciencia de la importancia del satélite para nuestra presencia aquí inclina a pensar aun mas en que se trate de un objeto artificial. En todo caso nada es mas improbable que una eterna serie de beneficiosas casualidades.

¿UN MENSAJE CODIFICADO?
-Rotaciones en un año terrestre 366
-Yardas megalíticas en un segundo megalítico de arco terrestre 366
-La Tierra es 366,259 veces por cien mas grande que la Luna.
-Fracción de la distancia Tierra-Sol que espera la Luna de la Tierra 1/400
-Yardas megalíticas en un segundo solar 40.000
-Kilómetros que gira la Tierra cada día alrededor de su eje 40.000
-Kilómetros que gira la Luna cada día alrededor de su eje 400
-En 366 órbitas lunares hay 10.000 días.
-En un segundo de arco lunar hay 100 yardas megalíticas
-La rotación de la Tierra es 400 veces mas rápida que la de la Luna.
-La relación del diámetro del Sol respecto del de la Tierra es 109,28
-La cantidad de veces que el diámetro terrestre cabe en el del Sol es 109,25
-Cantidad de veces que el diámetro solar cabe en el afelio de la órbita terrestre es 109,26
-Tamaño de la Luna en kilómetros 10.920,8
-Días sidéreos en una órbita lunar 27,322 (x4=109,2)
-La Luna es 27,1 veces por cien menor que la Tierra.


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