Los Anunnaki y la Manipulacion de la Humanidad

Zecharia Sitchin recoge sus investigaciones en una serie de libros que titulo "Crónicas de la Tierra". El primer volumen, El Duodécimo Planeta, describe algo parecido a un relato de ciencia ficción, pero concebido hace mas de cuatro milenios: las tablillas hoy desaparecidas explicaban con detalle como llegaron los Anunnaki a la Tierra desde cierto planeta Nibiru en busca de oro.

Al desembarcar en mesopotamia establecieron su primera base y gracias a sus escarceos por diferentes zonas del mundo, sabían que el nivel evolutivo de la raza humana era muy inferior al suyo, así que decidieron aprovecharse de ello.

El padre de los Anunnaki se llamaba An (o Anu en acadio), vivía en el cielo (Nibiru) y visitaba la Tierra y otros lugares de nuestro sistema solar de vez en cuando, acompañado por su esposa Antu. Su templo en la ciudad de Ur recibía el nombre de E.Anna, "la casa de An". A veces los sumerios lo llamaban "la casa para descender del cielo".

Anu tuvo dos hijos que vinieron a nuestro planeta: Enki, el primogénito, y Enlil. La relación entre los hermanos era hostil y en ocasiones terminaba en feroces enfrentamientos. Enki fue el primero en tomar el mando en la Tierra aunque pronto, por orden de su padre, fue sustituido por Enlil. La diferencia entre ambos giraban en torno a las reglas de sucesión de los dioses, determinada por la pureza genética. Enlil, hijo de Anu y su media hermana, conservaba los genes del padre a través de la linea masculina mejor que Enki.

El nombre de En.Lil se traduce por "Señor del Mundo". Su ciudad terrenal era Nippur, donde levanto una E.Kur, "casa como una montaña", dotada de enigmáticos aparatos capaces de examinar tanto la Tierra como el Cosmos. Sus ruinas aun pueden verse hoy a 160 kilómetros al sur de Bagdad. Enki, en cambio, se traduce por "Señor de la Tierra" y su ciudad era Eridu, en la zona donde el Tigris y el Eufrates confluyen en el Golfo Pérsico.

Enki era el ingeniero y científico principal de los dioses y el gran protector de la humanidad. Según las tablillas sumerias, Enki tuvo un papel decisivo en la creación del hombre. Los textos hablan de la necesidad de crear exclavos en la Tierra para trabajar en los yacimientos de oro "dándoles la imagen de los dioses" y suficiente inteligencia para usar herramientas y seguir instrucciones.

Para crear al hombre, Enki contó con la ayuda de su media hermana Nin.Har.Sag (Señora de la montaña principal). Era la enfermera principal y encargada de las instalaciones medicas de los dioses. Ella y Enki hicieron experimentos genéticos que dieron unos resultados medianamente buenos.

Los textos cuentan que Ninharsag consiguió crear un hombre que no podía contener la orina, una mujer estéril y otro sin órganos sexuales. Enki creo también varios fracasos genéticos como un hombre con vista defectuosa, manos trémulas, hígado enfermo y corazón débil. Finalmente, los dioses obtuvieron el espécimen perfecto y desde ese momento se recurrió a la clonación para producir un ejercito de trabajadores. Los sumerios llamaron Lu.Lu al nuevo ser, o "uno que ha sido mezclado". Eran los primeros humanos.

Considerando los enigmas que siguen nublando la evolución de la humanidad, las crónicas sumerias descifradas por Sitchin adquieren una importancia capital. Al conocer estas revelaciones, Alan Alford se pregunto: "¿Confirio Enki la imagen (el proyecto genético) de los dioses al humilde homo erectus, que de pronto dio el increíble salto evolutivo que le convirtió en el homo sapiens hace 200.000 años?".