El director del departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Fernandez Tresguerres, ha desarrollado un experimento que podría demostrar que los aditivos que se le añaden a la comida no son tan inocuos como algunos defienden.
Al suministrar a ratas glutamato monosodico, también llamado E-621, el compuesto despertó en ellas un hambre voraz que las hizo comer un 40% mas que habitualmente.
El glutamato monosodico es un aminoacido que regula la saciedad y que consumimos de manera natural al ingerir alimentos con proteínas. Pero parece que tomarlo en exceso nos perjudica.
Al suministrar a ratas glutamato monosodico, también llamado E-621, el compuesto despertó en ellas un hambre voraz que las hizo comer un 40% mas que habitualmente.
El glutamato monosodico es un aminoacido que regula la saciedad y que consumimos de manera natural al ingerir alimentos con proteínas. Pero parece que tomarlo en exceso nos perjudica.

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