"Si se tiene un animal sencillo, solo hay una posible evolución: hacia una mayor complejidad. Pero, en teoría si después de un cierto tiempo ha alcanzado ya una cierta sofisticacion, podría evolucionar al revés y volver a una sencillez parecida a la inicial. Eso no ocurre, salvo excepciones. Existe una ley evolutiva hacia una creciente complejidad", asegura el doctor Matthew Wils, del Departamento de Biología y Bioquímica de la Universidad de Bath (Reino Unido).
Salvo el caso de los parásitos o los animales que viven en habitas remotos y aislados, la tendencia hacia la complejidad parece ser una constante evolutiva. Una de las consecuencias de esta ley es la aparición de animales inteligentes.Y, si el surgimiento de inteligencia es una constante de la evolución, podría pensarse que los seres humanos no somos una excepción en el Cosmos.
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