Bautizado como el Templo del Zorro por la presencia de este animal en varios elementos ornamentales, el enclave, que ha sorprendido a la comunidad científica, se encuentra al borde de una carretera que circunvala parcialmente el Valle de Chillón, en Buena Vista, Perú, a una treintena de kilómetros de Lima.
El recinto principal, de 15 por 8 metros de extensión, se sitúa en el punto mas elevado de un área rica en estructuras de piedra y barro, que están decoradas con un fino enlucido con motivos diversos y dispuestos en diferentes planos, adaptandose así a la pendiente del cerro en el que se ubican.
A su entrada se puede observar un zorro dentro de una llama pintada.Junto a este motivo se distinguen otros trazos que podrían representar ranas.Vestigios de este conjunto zoomorfico aparecen también al otro lado del acceso.
La datación obtenida por radio carbono a partir de pequeñas ramas y de restos de algodón dio como resultado una antiguedad de 4200 años, lo que data este enclave al menos 1000 años antes que cualquier otra estructura precolombina que denote conocimientos astronómicos.
Hace unos años se localizo un enclave de 4100 años de antiguedad en la provincia china de Shanxi en el que se controlaba la salida del Sol a través de pilares dispuestos en círculos concéntricos. Pero las ruinas peruanas parecen superarlo no solo en antiguedad, sino también en complejidad.
La investigación en este punto del Valle de Chillón se inicio en 2002, aunque no fue hasta finales de 2005 cuando se confirmaron las sospechas de que la estructura central tenia un significado astronómico. Fue entonces cuando se certifico que estaba orientada hacia a el Sol durante los solsticios y los equinocios, además de hacia varias constelaciones astronómicas de crucial importancia para la cultura agropecuaria que habito estos parajes.
Las investigaciones realizadas en este lugar y en otras áreas arqueologicas cercanas en los últimos 30 años han corroborado que los primeros ocupantes humanos se establecieron allí en el año 9.700 a.C. La orientación del recinto en el que los arqueologos piensan que se realizaban los rituales es ligeramente diferente a la del conjunto del templo: esta perfectamente alineado con la puesta del Sol durante el solsticio de verano, que en el hemisferio sur se corresponde con el 21 de diciembre.
Al igual que ocurría cada otoño en Egipto con el Nilo, sobre esas fechas el caudal de las aguas del rio Chillón alcanzaba el nivel óptimo para permitir la siembra en los terrenos de cultivo, que habían recibido previamente las abundantes lluvias de la temporada marcada por el equinoccio de marzo.
Pero las sorpresas no terminan aquí, puesto que, si se mira hacia el Este, el eje central de la construcción apunta hacia un cerro un marcador natural en el que se ha trabajado una roca para darle forma de rostro. Se da la circunstancia de que hace 4000 años los observadores colocados en ese mismo punto que mirasen hacia ese cerro habrían observado el ascenso de las constelaciones del Zorro y de la Llama ( ambas asociadas al agua en la cultura andina) después de la puesta de Sol, el 21 de diciembre, y antes de su salida, el 21 de marzo.
Como consecuencia de la precisión de los equinocios, el fenómeno de alineación astronómica solo habría sido perceptible hacia el año 2.125 a.C. Los cálculos realizados estiman que volverá a serlo dentro de 20.000 años. Si, por el contrario, miramos hacia el otro cerro situado al Oeste, veremos la puesta del Sol durante el solsticio de invierno (en Perú, el 21 de junio) tras una plataforma natural en la que se han descubierto restos de fuego y cerámica.Esta fecha señala el comienzo de las cosechas.
Finalmente, en otro punto del Templo del Zorro se localiza una escultura muy especial. Se trata de un Sol humanizado de aspecto desconsolado en cuyos extremos aparecen representados dos animales, posiblemente zorros, cuyos ojos simbolizan lunas. El conjunto mira hacia una entrada por la que penetran los rayos de Sol del solsticio. Sacan así de la oscuridad en la que esta durante el resto del año una escultura que los expertos interpretan como una precoz representacion de la Pachamama ( la madre Tierra).
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