"La habilidad de reconocer y favorecer a los parientes es algo común en los animales, pero esta es la primera vez que se demuestra que también esta presente en las plantas", señala Susan Dudley, proferora de la Universidad McMaster (Canadá), donde se ha realizado esta investigación.
Al colocarlas en tiestos, las plantas compiten con las que tienen al lado: sus raíces crecen mas rápidamente hacia donde se encuentran los otros individuos para absorber los nutrientes y el agua antes que ellos. Pero si dos plantas hijas del mismo ejemplar comparten tiesto, no muestran este comportamiento agresivo, ya que las raíces no crecen mas rápidamente en dirección a la otra. De alguna manera se reconocen como familia y no compiten.
El reto que tienen ahora los científicos es identificar los mecanismos que permiten a las plantas diferenciar a sus "parientes" de otros individuos de la misma especie. Una de las posibilidades es que sean capaces de detectar una especie de "firma química" que tiene cada individuo, y de compararla con la propia.
El experimento se ha realizado con una especie común en el norte de América, la Edentula cakile.
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