
Los datos que recibimos "son registrados a través del fenómeno RAM y estimulan una cantidad enorme de ventanas, algo que nunca ha sucedido antes en nuestra especie. Las personas están agitadas, inquietas...Sus emociones son fluctuantes".
Pero esta no es la única consecuencia de estar hiperinformados: "El exceso de pensamiento roba energía al cortex cerebral -explica Cury- y el cerebro reacciona bloqueando la memoria. Además sin realizar ejercicio físico, nos sentimos extraordinariamente cansados. Otros síntomas son déficit de concentración y dolencias psicosomaticas como dolores de cabeza, contracturas musculares, gastritis, nódulos en la garganta...Todos ellos constituyen gritos del cuerpo, que nos suplica que cambiemos nuestro estilo de vida. Pero solo lo escuchamos cuando tenemos una enfermedad grave. Sabemos que el estres crónico puede desarrollar algunos tipos de cancer y problemas cardiacos. Por eso que somos nuestros peores verdugos".
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