Cuando se produjo su fallecimiento, el patólogo de la Universidad de Princeton Thomas S. Harvey extrajo su cerebro y lo conservo en formaldehido con el objeto de preservar la integridad de sus células nerviosas.
Durante veinte años, el cerebro del científico quedo en el olvido, hasta que a mediados de los setenta el reportero Steven Levy descubrió que Harvey aun lo tenia en su poder, que estaba repartido en dos frascos y que una gran parte de el se había diseccionado, salvo el cerebelo y algunos fragmentos de la corteza cerebral.
A partir de ese momento el cerebro de Einstein fue analizado en varias ocasiones, con interesantes resultados. En primer lugar, "solo" peso 1.230 gramos, una cifra inferior en mas de un 10% a la media de un cerebro de un hombre adulto, que alcanza aproximadamente los 1.400 gramos.
Además, la corteza cerebral de Einstein era significativamente mas delgada de lo normal. Y también se observo que su cerebro era un 15% mas ancho que el cerebro medio. Pero lo que sin duda mas sorprendió a los investigadores fue que sus neuronas presentaban una densidad superior a la habitual.
El ultimo estudio del cerebro de Einstein se realizo en 1999 y aporto nuevos datos de gran relevancia. Se advirtió que el órgano mostraba una extraña configuración morfológica en los lóbulos parietales izquierdo y derecho, poniendo de manifiesto que estas áreas estaban inusitadamente desarrolladas.
Los lóbulos parietales se relacionan tradicionalmente con las habilidades matemáticas y el razonamiento espacial. Pero lo mas extraño de todo es que el cerebro de Einstein no se parece a otros cerebros estudiados de forma similar, sino que, muy al contrario, es absolutamente único.
No hay comentarios:
Publicar un comentario