Tras un estudio realizado en el Loughborough Sleep Research Center, el profesor Jim Horne ha propuesto un sistema para que la ingesta de cafeína resulte mas provechosa. Tras haber consumido la dosis de cafeína correspondiente (por ejemplo, unos 150 g, que equivalen a dos cafés) es aconsejable echarse un sueñecito de alrededor de quince minutos, ya que la droga tarda en hacer efecto unos treinta. Después se siente uno perfectamente despejado y listo para empezar o proseguir una tarea durante muchas horas.
Precisamente porque la cafeína potencia la actividad cerebral y mejora el rendimiento físico y mental, Tom McLellan y varios de sus colegas del Defense Research and Development de Toronto han examinado sus efectos en actividades que simulaban diversos desafíos físicos y que podían producirse en situaciones de privación de sueño en un contexto militar.
Los resultados obtenidos concluyeron que la cafeína es efectiva para mantener el rendimiento físico durante un periodo de 24 horas. No obstante, el abuso de la cafeína produce una serie de efectos secundarios que van desde los temblores hasta las taquicardias.
Un equipo de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) recomienda que las bebidas energéticas incluyan advertencias sobre los riesgos que implica su consumo por la gran cantidad de cafeína que contienen, hasta 14 veces mas que una lata de cola. Entre sus efectos secundarios figuran los temblores, la taquicardia y el insomnio.
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