El robo y desaparición de miles de tablillas y objetos arqueológicos del Museo Nacional de Arqueología de Bagdad fue un saqueo premeditado. Pero, ¿existio un interés mas allá de lo económico en el saqueo de las antiguedades iraquies?
Para responder hay que recurrir a la traducción de algunas de las tablillas hoy desaparecidas y realizada por lingüistas como Samuel Noah Kramer y Zecharia Sitchin.
Sus trabajos muestran una civilizacion sumeria muy avanzada desde todas las perspectivas -social, religiosa y científica-. Incluso Kramer dice, en relación con los dioses sumerios que "con la ayuda de sus dioses, especialmente de Enlil (el Rey del Cielo y la Tierra), los sumerios transformaron una tierra llana, árida y azotada por los vientos en un reino fertil y floreciente".
En su libro Los dioses del nuevo milenio el escritor británico Alan Alford dice que toda la vida sumeria giraba en torno a dioses de carne y hueso, con cuyo permiso un rey podía subir al trono. En tiempos posteriores se libraron batallas por orden de los dioses, quienes también instruyeron al pueblo para la construcción y reconstrucción de templos en lugares escogidos.
A ojos de los sumerios estos dioses eran los An.Unna.Ki, literalmente "aquellos que vinieron del Cielo a la Tierra". En 1976, Zecharia Sitchin publico un estudio etimológico de este termino y otros similares que emplearon algunas culturas posteriores para describir lo que pronto este experto interpreto como cohetes y naves de los dioses.
En sus conclusiones, Sitchin afirmo que las dos silabas que formaban la descripción pictográfica de los Anunakis, Din.Gir, cuando se escribían juntas, mostraban el dibujo de una nave espacial impulsada por un cohete, con una plataforma de desembarque acoplada a ella, de la misma manera que el modulo lunar se acoplaba a la moderna cápsula espacial Apolo II. Según Sitchin, la traducción de Din.Gir es "los Justos de los Cohetes Llameantes".
Las implicaciones de este estudio llegan aun mas lejos al descubrir importantes errores de traducción en la Biblia hebrea. La razón es sencilla: los hebreos tuvieron fuertes influencias de Babilonia durante su exilio en tiempos de Nabucodonosor, y muchas de esas influencias salpicarían a los primeros libros de la Biblia.
Así, cuando el texto sagrado de judíos y cristianos habla de Dios (o Nefilim, en sus versiones mas antiguas) en Génesis 6, en realidad se esta refiriendo a una versión de los Anunnakis sumerios cuyo termino Sitchin traduce como "los que descendieron".
El extenso trabajo de Sitchin nos ofrece una versión de los orígenes de la civilizacion muy distinta a la oficial, sobre todo desde el punto de vista religioso. Según Sitchin, Yahve no seria nuestro Dios creador sino parte de un grupo de extraterrestres que vinieron a la Tierra para intervenir en nuestra evolución. Desde esa óptica, no existiría tampoco un "pueblo elegido", algo muy embarazoso para los que se apoyan en esa idea para justificar sus acciones políticas, sino un pueblo manipulado genéticamente por esos dioses.
Es inevitable, pues, preguntarse si la biblioteca de tablillas hoy desaparecida contenía nuevas informaciones que tiraran por tierra el mito de la "raza elegida".
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