Según ha descubierto Antony Young, del Instituto de Dermatología St. Jhon's de Londres, el tabaco activa una proteína que destruye el colágeno (el material fibroso que evita las arrugas) y reduce la elasticidad de la piel.
"Una vez destruido el colágeno, ya no se recupera ni con la dieta ni con las cremas", asegura Young.
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario