Un equipo de investigadores británicos ha construido un prototipo que funciona correctamente y que evitaría, por ejemplo, que durante un viaje a Marte los astronautas y el equipo electrónico de la nave en la que viajaran quedasen expuestos a las partículas solares de alta energía, que sin el efecto protector del campo magnético terrestre, se convierten en un enemigo mortal.
Casi desde el nacimiento de los viajes espaciales se había pensado en la posibilidad de crear una burbuja magnética en torno a la nave espacial para desviar esta radiación, pero era difícil llevarlo a cabo, pues se precisaban grandes maquinas y mucha energía.
Hace varios años la doctora Ruth Bamford, de los laboratorios Rutherford Appleton, encontró la forma de crear una mini burbuja magnética con una corriente de iones, pero aun faltaba por resolver el consumo de energía,
Menos de un año después, su equipo y otro de las universidades de York y Strathclyde (Reino Unido) han conseguido desarrollar un sistema del tamaño de una mesa de escritorio que consume la misma energía que una cafetera eléctrica.
La nave espacial podría ir escoltada por dos minisatelites que contendrían la maquinaria para crear el escudo de iones, que se activaría en el momento en el que se detectara la presencia de partículas de alta energía.

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