Hipocrates ya lo advertio: "La Naturaleza es la mejor medicina". Claro que lo dijo hace dos mil cuatrocientos años y lo hemos olvidado. Para recordárnoslo en el American Journal of Preventative Medicine publicaron los resultados de una investigación realizada por el doctor Howard Frumkin sobre los efectos terapéuticos en las personas de animales, plantas, paisajes y sonidos naturales.
Estudios llevados a cabo en instituciones publicas de rehabilitacion, como cárceles, han revelado que los prisioneros que disfrutan de una "habitación con vistas" reciben con menor frecuencia la visita del medico. También en hospitales y psiquiatricos se ha demostrado que los pacientes que pueden ver desde sus ventanas jardines y arboles, y oyen el canto de los pajaros, se recuperan antes.
Se cree que la visualizacion y contacto con la naturaleza estimula el sistema limbico del cerebro, encargado de regular el componente emocional de nuestra conducta. Y al hacerlo se liberan endorfinas que generan sensaciones de tranquilidad y alegría, a la vez que elevan nuestro sistema inmune. Cualquier elemento natural es capaz de inducir este efecto.
Pero los que interaccionan directamente con el hombre como los animales, son los que aportan mejores resultados. En opinión de Frumkin, "aun no sabemos a que se deben estos efectos terapéuticos. Quizá sea simplemente que el ser humano necesite estar en contacto con la Naturaleza".
La cuestión es, según Frumkin, difundir este conocimiento para que sea reconocido por los ingenieros civiles y arquitectos encargados de los proyectos de urbanismo o construcción de hospitales. De ese modo todo el mundo podría beneficiarse de sus propiedades.
Mientras tanto a nivel particular podemos sustituir las inyecciones y cápsulas de nuestro botiquín casero por la presencia siempre reconfortante de una mascota, paseos por el parque, aire fresco, fines de semana en la playa o una excursión a la montaña donde la Naturaleza nos devolvera la vitalidad que nuestra vida urbana nos roba a diario, o recurrir a practicas terapéuticas como la geoterapia -curar con el paisaje- o la zooterapia -curar con animales-.
La geoterapia es una ciencia basada en el efecto que los diferentes paisajes ejercen sobre las personas, algo que depende de la presión atmosférica, humedad del aire, viento, luz,etc..
Lagos y ríos: La escasa diferencia entre las temperaturas máximas y mínimas en los paisajes lacustres, y la ausencia casi total de vientos, los hace idóneos para niños hiperexcitables y personas con hipertensión o enfermedades renales. Contraindicado para depresiones, reumatismos y tuberculosis.
Montañas: A partir de 1500 metros desaparecen los alergenos y se combaten mejor las afecciones respiratorias asmáticas ocasionadas por la alergia. Así mismo aumenta la producción de glóbulos rojos, por lo que están indicadas para las anemias. Contraindicadas para insomnes y cardiacos porque la presión atmosférica en las altitudes produce cierta euforia, y los cambios de temperatura bruscos aumentan la tensión arterial y un descenso de las funciones metabolicas.
Paisajes marítimos: El exceso de iones negativos producido por las olas relaja, por lo que estos paisajes son muy terapéuticos para insomnes. Combaten también la anorexia o falta de apetito. Por otra parte, la neblina marítima retiene los rayos ultravioleta de onda corta y permite pasar a los de onda larga realizando un efecto similar a la fototerapia, muy conveniente para enfermos de tuberculosis osea o pulmonar y afecciones dermatológicas. Así mismo la humedad marítima alivia a los que sufren de asma alérgica o fiebre del heno, hipertensión y dolores de cabeza. Contraindicados para la artrosis y otras enfermedades reumáticas, que se ven afectadas con la oscilación de la humedad entre el día y la noche.
Llanuras: El aire de los espacios abiertos contribuye a dispensar los nervios y aporta optimismo a las personas depresivas. Recomendable también para afecciones respiratorias y cardiovasculares, así como diabetes, gota o neurastenia. El paisaje llano no esta contraindicado en ningún caso.
La Terapia Asistida con Animales (TAA) viene practicandose desde los años 70 y ha probado reiteradamente que los propietarios de mascotas sufren menos síntomas de enfermedades cardiovasculares, estres y otras afecciones psiquicas. Las tres modalidades mas extendidas en zooterapia son:
Hipoterapia (montar a caballo): Muy recomendable para personas con problemas de locomoción tras una parálisis cerebral, accidentes vasculares en el cerebro o esclerosis multiple. Normaliza y refuerza el tono muscular y aumenta la habilidad para el desarrollo de las actividades funcinales cotidianas.
Delfinoterapia (nadar y jugar con delfines): Mejora las afecciones relacionadas con el lenguaje, motricidad y pensamiento conceptual pues estimula la sincronizidad entre los hemisferios cerebrales. Indicada para niños autistas que disfrutan aprendiendo a imitar el sonido de estos animales y suelen perder miedo al agua.
Visitas programadas con animales menores: Dar un paseo en burro, visitar una granja o simplemente disfrutar de la compañía de una mascota en casa.
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